lunes, 10 de enero de 2011

LO ESCRITO SE LEE


A quien puedieran caber dudas viendo verdades tan claras

(LA FLACA MEMORIA DEL SR. IZAGUIRRE)

El pasado 04-11-2010 el PRC en su página Web, casi amenazaba con ir goteando no sabemos cuantos documentos sobre cuestiones montañeras. Y todo ello a propósito de que dicho partido asegura que “siempre han mantenido la misma postura ante los consorcios” defendiendo montes, consorcios y consorciantes… ¡Guriezanos todos!, que diría, si pudiera un generalito.

También han venido afirmando que la cacareada renovación de los consorcios, Pleno de 23 de diciembre de 2002, es la base de la actual situación. Situación de legalidad a raudales, por la que los consorciantes cobran. Pero lo que no nos dicen es el centenar largo de consorcios que desde el 30 de mayo de 2001 y abril de 2002, fueron dados por caducados. Caducidad que se encuentra firmada por otros tantos consorciantes en un contrato, cuyos fines eran: 1. – Dar por finalizados dichos consorcios y 2. – Dicha caducidad reconocida por las partes, se finalizaba con la corta y renuncia del consorciante sobre cualquier otro derecho sobre la parcela afectada.


Evidentemente, el Contrato del que les facilito copia, me lo pasó en su día el interesado. Por lo que las tres “gargantas profundas” que a día de hoy existen en el Ayuntamiento, de los que uno de ellos es el Ex Alcalde, poco o nada tienen que ver en la filtración, salida de documentos del Ayuntamiento y su posterior, ésta, difusión.

Esta copia del documento que les presento tiene varias censuras. Las justas y necesarias para evitar que el ex consorciante, o sus herederos, sufran las iras de La Casta. Dichas censuras son las necesarias para ocultar el nombre y firma del interesado y su posible localización a través de la parcela consorciada y caducada, a decir del documento. Éste es perfectamente cotejable con el original que debiera existir en el Ayuntamiento.

La historia de este consorcio ya caducado comienza el 20 de febrero de 2002. Ese día se reunieron en el Ayuntamiento el entonces Alcalde D. Adolfo Izaguirre Ruiz, la Sra. Secretario de la Corporación y el Interesado.

Y en dicho documento exponen que:

2º. – Que en la actualidad el referido consorcio se encuentra caducado al haber finalizado su plazo de duración”.

En la estipulación segunda de ese contrato de caducidad y última corta, se dice textualmente:

SEGUNDA.-Las partes reconocen que el consorcio, en su día existente de la parcela de monte público descrita, ha caducado por haber finalizado su plazo de duración, sin que la firma del presente suponga en modo alguno una prórroga o renovación de dicho
consorcio, ni vincule al Ayuntamiento respecto a una futura renovación del mismo”.

En la estipulación séptima se da por zanjado el asunto, del siguiente tenor literal:

SEPTIMA.-Una vez hecho efectivo el aprovechamiento al que se refiere el presente contrato el particular que lo suscribe carecerá de derecho alguno sobre la parcela de monte público antes descrita y los frutos y mejoras que ésta presente.

Advertencia: Los subrayados son nuestros.

Ahora bien, ustedes me podrán decir que es un único consorcio en esas circunstancias el que yo les presento. Y les digo, es cierto. Solo puedo presentar uno, recordándoles que “para muestra, un botón”.

Aunque solo fuera este consorcio el único en esta situación, nos encontraríamos ante una situación de discriminación brutal. ¿Por qué este consorcio sí y todos los que estaban en su misma situación, no fueron tratados de igual manera que éste? Cánones tiene nuestro Santo Ayuntamiento que nos podrían responder, si quisieran. Pero no lo harán, pues quieren seguir manteniendo la mentira contra viento, marea y votos.

Pero sabemos que no fue el único consorcio así tratado por el entonces Alcalde, D. Adolfo Izaguirre Ruiz, gran gestor, gran mirador de los intereses generales, de los montes y de los consorcios; y mucho mejor mirador de los suyos, intereses, propios. El resto de consorciantes que firmaron documentos parecidos y del mismo calado de caducidad de sus consorcios, evidentemente callan y no muestran esos documentos; conocedores de la realidad y a los que no les importa un pimiento fresco, o seco que éste sea, mientras sigan cobrando. No es que vendan la heredad ajena, a fin de cuentas no es suya sino de todos nosotros, por un plato de lentejas; sino que venden su propia dignidad por un puto voto.

Busquen, comparen y si encuentran una calaña igual… ¡Bótenlos! a todos ellos.

La Casta no cejará (pero ¿les conviene?), yo tampoco.

Un saludo y corred la voz.
 


Check out this SlideShare Presentation:

No hay comentarios: